Hay tantas posibilidades a la hora de escoger un regalo promocional, que a veces es difícil decidirse. Si te has decantado por una prenda de ropa, céntrate en estos cuatro aspectos a la hora de decantarte por una u otra posibilidad: presupuesto, intereses, público objetivo y temporada.
De todos ellos, el presupuesto es el primero que debes plantearte, ya que limitará los tres restantes. ¿Cuál es la cantidad de dinero que estás dispuesto a invertir en tu regalo promocional? Si te parece difícil decidirte puedes establecer dos cifras: la primera de ellas como ideal, aunque dejando hueco a un cierto margen. Y la segunda como límite establecido, del cual no puedes pasar.
Una vez que hayas establecido la cantidad límite, es momento de plantearse qué tipo de prenda resulta la más atractiva y eficaz para tus intereses. ¿Quieres una camiseta barata, pero contar con un número más elevado de unidades? ¿O prefieres una prenda de calidad, pero seleccionar más al público al que lo vas a regalar?
Todas las opciones son válidas, pero hay algunas más adecuadas a tus objetivos. Por ejemplo, si tu empresa va a patrocinar un evento muy concreto, como una carrera o un festival, que va a tener una duración muy corta en el tiempo, quizá sea más adecuado decantarte por una camiseta o gorra a un precio más competitivo. Pero si lo que pretendes es una prenda con una vida más larga, debes decantarte por un material de más calidad, que sea más perdurable en el tiempo.
También es necesario plantearte qué tipo de público va a ser el destinatario final de tu regalo promocional. Si patrocinas un campeonato de skate, las camisetas son una opción muy adecuada, porque gustan a un público más juvenil. Pero si se trata de dar visibilidad a tu empresa a través de un campeonato de golf, quizá sea más conveniente decantarte por un polo, probablemente más del agrado del perfil de público que se va a dar cita en él.
Otro aspecto a tener en cuenta es la temporada en la que vas a regalar la prenda o la época del año en la que quieres que tu regalo promocional tenga más visibilidad. Las gorras, evidentemente, van a ser utilizadas en verano, mientras que otras prendas como gorros de lana, bufandas o impermeables pertenecen más al ámbito del invierno.